Quienes somos

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Necesitamos una dieta rica en halagos, en afectos, en generosidad.

Es posible tener una relación feliz con la alimentación. Este por mí, y este por ti, ¿te acuerdas de ese juego que solías jugar de niño? La ilusión con la que alimentamos a nuestra familia es todo eso, un bonito juego al que no deberíamos de dejar de jugar, como en nuestras cocinitas de madera con cazos, espumadera y platos y vasitos de plástico, de flores y de colores; y al terminar, ordenar la casa después de la fiesta, porque cada día es una fiesta a la hora de reunirnos a comer, piénsalo, el mejor momento es disfrutar alrededor de la mesa, con una sonrisa y muchas ganas de comer, eso es; y cuando esto no ocurra, es que algo está pasando, nosotras queremos ayudar a que la mesa sea una fiesta de diario, con menos sencillos, fáciles, y divertidos, donde los niños puedan ayudarnos, los abuelos vean a los nietos y que siempre dejemos un hueco para hacer las compras familiares en Navidad.

Cada cual tiene su tarea.-Mi gran amiga y compañera Luisa, podría venir con sus bolsillo llenos de ranas, un álbum con recortes y fotografías, o , intentar organizarme los platos y las recetas para ponerlas en el Fogón, para lo que es absolutamente genial, pero nunca la encontraras en un bar comiendo hamburguesas, ni adulándote. Su enorme sentido de la responsabilidad me lo aclara cuando algo no le gusta. ¿Quisquillosa? Quizás, pero es un orgullo y un placer trabajar en equipo y tenerla a mi lado y pone el corazón en todo lo que hace.

Ella es el alma del Fogón del Atlántico, lo he dicho y lo repetiré porque una mujer como ella no se encuentra en ningún lugar que conozcáis. Así que vosotros y yo tenemos la suerte de disfrutar de su sonrisa amistosa y del amor y afecto con el trabajo que realiza en el blog.

Me resulta tan difícil no apartarme de la receta cuando estoy preparando una tarta, como encontrar mejores amigos que vosotros, todos los que formáis parte ya del Fogón del Atlántico, desde aquí nuestro cariño, todos sois, como una gran estrella que se pone en los grandes hoteles y eso me dice que lo estamos haciendo bien.

Mil gracias por teneros ahí, cada uno de vosotros sois mi espejo donde veo amigos divertidos, brillantes, altos, bajos, pero todos con un valioso código: el amor a nuestros semejantes y la preocupación por una alimentación sana y saludable.